Beasts of No Nation - Sin futuro

Primera película producida por Netflix y que en Estados Unidos se estrenó simultáneamente en cines y en la mencionada plataforma digital. Se vio por primera vez en el Festival de Venecia, donde ganó el premio al mejor intérprete emergente (Abraham Attah). La película es un drama basado en las experiencias de Agu, un niño soldado de un país africano que, tras cerrar la escuela y ser sacado de su aldea y golpeado casi hasta la muerte, se vio obligado a participar en una guerra civil empuñando un arma y combatiendo a sus compatriotas. 

Beasts of no nation narra de manera desgarradora y brutal el drama de un niño soldado. El tema se ha tratado anteriormente en varias películas, pero son pocas las que tengan tanto calado emocional como esta. Está dirigida por Cary Joji Fukunaga (director de la fantástica primera temporada de True Detective) de forma magistral. La cámara nos sitúa en medio del horror de una guerra en África (no sabemos dónde) y hace al espectador partícipe del infierno de este niño con imágenes hermosísimas, por lo que el contraste con la extrema crudeza de lo que vemos, la hace incluso más impactante. Además, la dirección de Fukunaga se realza con una fotografía espléndida y una preciosa banda sonora.

La película le debe gran parte de su valor a un maravilloso niño llamado Abraham Attah, que realiza una de las interpretaciones más emocionales y viscerales de los últimos años, comparable y parecida por registro interpretativo a la de Chiwetel Ejiofor en 12 años de esclavitud. Su mirada es el reflejo de un sufrimiento que parece no tener fin. Y en un papel totalmente opuesto, tan contenido como brutal está Idris Elba, al que no le costará encontrar un hueco entre los nominados a mejor actor secundario este año en los Oscar. 

Beasts of no nation es difícil de olvidar, tiene escenas que se te quedan grabadas en la memoria. Es una película que funciona siempre. Tiene un ritmo adecuado, nunca se hace larga a pesar de sus más de dos horas de metraje, y cuenta con un final en tono perfecto. Es dura y poética; es una gran película.

7,5/10