La Calle de la Amargura - Esperpento

De madrugada, dos putas de mediana edad vuelven a sus cuchitriles. No están cansadas de trabajar. Están cansadas de no hacerlo. Una tiene problemas con una hija adolescente y un marido travestido. La otra tiene que enfrentare a la soledad. Pero esa noche van a ir a celebrar la victoria en el ring de dos luchadores enanos. En el hotel, para desvalijar a los hombres, los narcotizan con gotas oftalmológicas. Pero están tan asustadas y confusas que cometen toda clase de errores. 

Dirigida por el veterano director mexicano Arturo Ripstein, esta película nos sitúa en una zona muy marginal de una ciudad mexicana y nos cuenta la historia de dos mujeres que ejercen la prostitución. Aún no habiendo visto ninguna película de Ripstein (aparte de esta, claro está), por lo que he leído y tengo entendido, todas cuentan historias sórdidas en ambientes marginales. En el caso concreto de 'La calle de la amargura', es imposible no pensar en las influencias que toma del esperpento de Valle-Inclán. Todo es exageradamente grotesco y descarnado. 
Narrativamente la película resulta algo arrítmica, ya que se excede demasiado en la presentación de los personajes, contándonos detalles de sus modos de vida que no son necesarios para avanzar la trama y lo único que aportan es más sordidez si cabe al relato. Hay alguna subtrama que tiene potencial para hacer otra película sobre ello o por lo menos contarla con más detalle, como la historia del marido travestido o la de la hija, pero se quedan en la superficie. Hay momentos en los que parece que se van a desarrollar dichas tramas, pero finalmente nunca se hace, dejando una ligera sensación de insatisfacción. 

El principal fallo es que a pesar de ser una historia interesante, tal y como se nos cuenta, se hace pesada. Le sobra bastante metraje, ya que realmente el conflicto de la película y lo más interesante sucede prácticamente en el último tercio. Y da rabia porque el tramo final es especialmente ágil, pero no consigue contrarrestar los anteriores errores que acarreaba el film, dejando así una sensación agridulce. Queda claro el talento de Ripstein como director y (aún con todo) también de la guionista Paz Alicia Garciadiego, pero solo de forma intermitente. 
Lo más destacable de la película es la estilizada y bella fotografía en blanco y negro de Alejandro Cantú y unas poderosas y entregadas interpretaciones de Patricia Reyes Spíndola y Nora Velázquez.
A pesar de todo, 'La calle de la amargura' es una película interesante de ver, que aunque no sea plenamente satisfactoria si deja curiosidad por echar un vistazo a los anteriores trabajos de Ripstein para tener una idea más general del sórdido y oscuro universo de este singular director.
5/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario