The Assassin - Belleza en estado puro

China, siglo IX.
Nie Yinniang, la hija de diez años del general, es secuestrada por una monja que la inicia en las artes marciales, transformándola en una extraordinaria asesina encargada de eliminar a los gobernadores locales crueles y corruptos. Un día, después de fracasar en una misión, su maestra la envía a donde nació, y le ordena matar al hombre al que estaba prometida, un primo que controla la mayor zona militar del norte de China.
Después de pasar 13 años en el exilio, la joven debe enfrentarse a sus padres, a sus recuerdos y a esos sentimientos que lleva tanto tiempo reprimiendo. Nie Yinniang está obligada a cumplir con las órdenes de su maestra, así que debe escoger: sacrificar al hombre que ama o romper para siempre con la disciplina sagrada de la orden de los asesinos.


Tras haberse estrenado en el Festival de Cannes (obteniendo el premio al mejor director para Hou Hsiao-Hsien), en San Sebastián (donde la vi yo por primera vez) y en Sitges entre otros muchos festivales internacionales, llega finalmente a nuestras carteleras The Assassin, una de las películas que más está dando que hablar este año. Y es así es precisamente porque esta experiencia audiovisual no ha dejado indiferente a nadie que la haya visto. No es una película fácil ni accesible. Es cine pausado y contemplativo, en el que los silencios y los sugerentes sonidos cobran vital importancia. Tampoco es una película de acción (nada más lejos de la realidad), como muchas webs informan. Hou Hsiao-Hsien toma el género del wuxia (artes marciales) y se lo lleva a un terreno intimista y poético ofreciendo algunas de las imágenes más bellas que se han visto en mucho tiempo en una pantalla de cine. Cada plano rezuma precisión y delicadeza, y está estudiado al más mínimo detalle. Pero no es solo un placer visual impresionante, la historia que cuenta y cómo lo cuenta también es apasionante. Hay secuencias tan bien filmadas que es imposible quitárselas de la cabeza (como la que se ve una conversación con una cortina delante), y la narrativa de Hsiao-Hsien, ciertamente no es para todos los públicos, pero si entras en su universo, te mantiene completamente atrapado desde el principio hasta el final. Nada es convencional en esta película, tampoco la protagonista, interpretada maravillosamente por Shu Qi. Es un personaje muy interesante y del que el director taiwanés hace prácticamente un análisis psicológico sin que nos demos cuenta. Apenas habla a lo largo de toda la película, pero son sus acciones y sus miradas las que nos aportan la información necesaria no solo para entender al personaje, sino también para empatizar con él. 

Se ha criticado bastante el hecho de que "no se entiende del todo bien la historia". Somos occidentales y es probable que haya muchos detalles que nos perdamos, pero desde luego, el problema de que haya gente que no la entienda no es de la película. El film requiere una predisposición especial del espectador, y si uno está completamente dispuesto y es consciente de lo que va a ver y pone de su parte, se sigue perfectamente. Sí es cierto que al verla por segunda vez, me he percatado de cosas que se me habían pasado la primera vez, como con casi todas las películas. 
Si cuando la vi, allá por septiembre, me dejó impresionado, en este segundo visionado me siento totalmente fascinado por el talento de Hou Hsiao-Hsien para contarnos esta preciosa historia (tanto en forma como en contenido) de una manera tan única, demostrando que se pueden dar vueltas de tuerca a géneros que parecían encasillados en el mismo tipo de temas y estructuras. No hay ninguna película que se parezca a The Assassin. Puede que no conectes con la historia o que te aburra soberanamente, pero también es posible que acabes enamorado de ella. Merece mucho la pena verla y correr el riesgo.
8/10

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