Carol - El poder de la sutileza

Nueva York, años 50. Therese Belivet es una joven dependienta de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor cuando un día conoce a Carol Aird, una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas surge una conexión inmediata que irá haciéndose más intensa y profunda, cambiando la vida de ambas para siempre. Basada en una novela de Patricia Highsmith.



Todd Haynes, director de las magníficas 'Lejos del cielo' y la miniserie para televisión 'Mildred Pierce', estrenó en el pasado Festival de Cannes su nueva película, 'Carol'. El impacto crítico que tuvo fue impresionante, aunque finalmente no se llevara la ansiada Palma de Oro, la actriz Rooney Mara sí que logró llevarse el prestigioso galardón. Durante toda esta temporada de premios, 'Carol' era una de las favoritas para conseguir muchas nominaciones en los Oscar, a pesar de que inexplicablemente poco a poco se fue desinflando. Finalmente ni la dirección ni la película son finalistas al premio de la Academia; un motivo bastante más sólido para cabrearse con ellos que que no hayan nominado a actores negros. 


Todd Haynes hace una recreación prodigiosa del Nueva York de los años 50. La dirección artística y la maravillosa fotografía ayudan a crear un ambiente único de la gran ciudad. Las texturas, los colores... todo resulta tan convincente que te transporta con tan solo el primer plano de la película a esa época. A diferencia de 'Lejos del cielo', película que quería imitar tanto en contenido como en forma a los melodramas de los años 50, en 'Carol', el director nos cuenta la historia de una manera clásica pero a la vez contemporánea. La cámara en muchas ocasiones se sitúa en una posición en la que vemos la acción a través de una puerta o de una ventana. Los movimientos de cámara, estudiados al más mínimo detalle no son gratuitos. Haynes escoge a la perfección lo que quiere mostrar y lo que no, con un inmenso poder de sugerencia. Toda la película está narrada con una sutileza abrumadora, dejando muy claro que Haynes es uno de los grandes cineastas en activo y que pocos como él retratan el mundo femenino con tanta sensibilidad. 



La música de Carter Burwell es el acompañamiento perfecto ante la excelente propuesta artísitica. Y el uso de esta, está empleado con maestría, con capacidad para conmover sin forzar emociones en el espectador. Si hay algo que caracterice a esta maravillosa película es la sutileza, y todos los departamentos parecen haberlo entendido perfectamente pues no hay nada que desentone lo más mínimo de la decisión que plantea Haynes. Todo está hecho con el objetivo de ponerte la piel de gallina, de traspasar la pantalla. Y está totalmente conseguido. Hay escenas que son verdaderas obras de arte por sí solas, y que consiguen que al espectador se le salten las lágrimas con los elementos más elegantes posibles. 'Carol' es un drama romántico, que no contiene ningún giro inesperado ni sorprendente, pero está claro que no lo necesita. En sí misma es una obra mayúscula. Contada con un enorme poderío narrativo y con capacidad de seducción, narra un amor imposible en una época en la que la homosexualidad era un tema totalmente tabú. Todo comienza en una tienda de juguetes, donde hay un maravilloso juego de miradas entre ambas protagonistas. La película va contando la relación que se establece entre estas dos personas que se sienten totalmente vacías la una sin la otra. Imprescindible destacar la escena de sexo, que es una de las más emocionantes y memorables que he visto, al nivel (en otro estilo, por supuesto) de aquellas que veíamos en esa gigantesca epopeya emocional llamada 'La vida de Adèle'. 



Además de todo lo anterior, lo que hace que 'Carol' sea una película perfecta son las interpretaciones de sus dos protagonistas. Rooney Mara ofrece la que es hasta ahora la mejor interpretación de su carrera. Su presencia en pantalla es abrumadora, de una maestría infinita y digna de todos los premios posibles. Simplemente brilla, ilumina la película y enamora la pantalla. Totalmente ilógica su nominación a mejor actriz secundaria, cuando es ella la principal protagonista de la película. Cate Blanchett, como siempre, está espectacular en su papel de mujer madura y atractiva. Posee algo que hace que no solo Therese Belivet (Rooney Mara) se enamore de ella, sino que el espectador también sienta una gran atracción hacia ella. Uno de los personajes más memorables (o el que más) que ha interpretado la actriz. 

En definitiva, estamos ante una obra cumbre del cine contemporáneo. Una película bellísima, sensible e inolvidable. Excelentemente dirigida e interpretada por dos actrices extraordinarias. Una obra maestra.
9/10

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