Tres recuerdos de mi juventud - Esther

Paul Dedalus deja Tayikistán recordando su infancia en Roubaix, las locas crisis de su madre, el vínculo que le unía a su hermano Ivan, niño piadoso y violento. Él recuerda sus 16 años, a su padre, viudo inconsolable, el viaje a la URSS donde una asignación clandestina le llevaría a ofrecer su propia identidad a un joven ruso. Recordará también sus 19 años, su hermana Delphine, su primo Bob, de sus escapadas con Pénélope, Mehdi y Kovalki, el amigo al que tuvo que traicionar. Sus estudios en París, el encuentro con el doctor Behanzin, su vocación inherente para la antropología. Y, sobre todo, Paul se acordará de Esther. El corazón de su vida. 

'Tres recuerdos de mi juventud' fue presentada en 2015 en el Festival de Cannes en la Quincena de los realizadores. Algo extraño siendo una película del aclamado Arnaud Desplechin, que siempre suele competir en la Sección Oficial. En cualquier caso, fue una de las películas francesas que más gustaron en el festival. 
Desplechin divide la película en tres partes, haciendo alusión a los tres recuerdos del título: Infancia, Rusia y Esther. Siendo este último el que ocupa la mayor parte del metraje, en el cual nos cuenta una gran historia de amor plagada de nostalgia y belleza. El cariño desde el que se cuenta la película es palpable desde el primer minuto, y consigue que el protagonista nos importe durante las dos horas que dura. Es un personaje lleno de matices, de aristas, y dotado de humanidad. Además el actor que lo interpreta de joven, Quentin Dolmaire, está realmente memorable. Lo mismo se puede decir de su compañera de reparto, que interpreta a la sensual y enigmática Esther, Lou Roy-Lecollinet. Si la película funciona tan bien como drama romántico es gracias a la trabajada química que hay entre ambos. 

Es posible que el filme funcione peor cuando saltamos al Paul adulto, pero afortundamente, no sucede demasiadas veces ni tampoco le resta valor al conjunto.
La parte de Rusia, aunque mucho más breve y por ello menos completa que la de Esther, es un ejemplo de cómo crear tensión de primera clase y mantener la atención del espectador sin acudir a clichés. Posee secuencias de gran fuerza visual y narrativa, muy bien escritas e interpretadas 
La primera parte, Infancia, es aun más corta que Rusia, y sirve simplemente para ponernos más en contexto con el personaje y en lo que posteriormente será.

Desplechin ha creado una película de la que es fácil enamorarse, contada con la sensibilidad y el buen gusto que la historia merecía. Aporta una mirada madura y puramente nostálgica a la juventud, al paso del tiempo, al amor, a la belleza, etc. Se trata de una pel´ciula poética, con imágenes sugerentes y muy bien filmadas. También con momentos tristes, divertidos, conmovedores... Es una obra llena de sentimiento, de pasión, en la que el espectador viaja con el protagonista durante diferentes etapas de su juventud y en muchas ocasiones, desea quedarse ahí para siempre. 
'Tres recuerdos de mi juventud' plasma perfectamente y de forma admirable el paso del tiempo, el cómo los recuerdos bonitos se hacen aún más bellos en tu memoria hasta el punto de que lo, por aquel entonces doloroso, deja de doler. Se trata de una película muy agradable de ver, y sobre todo,digna de recordar. 
7/10

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