Crónica 64 Festival de San Sebastián - Día 2


En esta segunda jornada del festival de San Sebastián, pudimos acudir a los pases de dos películas de la Sección Oficial, 'I Am Not Madame Bovary', de Feng Xiaogang y 'The Oath', de Baltasar Kormákur, y las propuestas de Nuev@s Director@s y Horizontes Latinos, 'Park', de Sofia Exarchou y 'Aquí no ha pasado nada', de Alejandro Fernández Almendras, respectivamente.

Park


La directora Sofia Exarchou presenta la única película griega en la sección de Nuev@s Director@s, ‘Park’, siendo esta su primer largometraje. El film nos sitúa en la Villa Olímpica de Atenas, donde la devastación y la naturaleza han arrasado las instalaciones tras más de diez años en desuso. En este espacio es donde se reúnen los protagonistas de la película, un grupo de chicos y chicas que pasan los días malgastando el tiempo en el recinto.

La película, que en general ha generado más opiniones negativas que positivas, mantiene un ritmo lento y un enfoque distante, como contemplando y haciéndonos partícipes de la vida y el día a día de los jóvenes. La duración de los planos tiende a ser larga y los diálogos que aparecen en estos son escasos y de aspecto improvisado. De hecho, muchas de las secuencias de la película constan únicamente de los gritos, los sonidos o las conversaciones solapadas de los diferentes jóvenes.

‘Park’ plantea una interesante reflexión sobre una generación perdida, sin ganas de nada y sin un futuro claro o con expectativas, y el espacio en el que se encuentran reafirma esa misma sensación: la Villa Olímpica de los Juegos de Atenas 2004, un lugar de lujo y ostentación en su momento, y símbolo de la decadencia y la crisis actual. En la película todos los jóvenes viven esta crisis y decadencia en sus propias carnes, y es este sentimiento lo que Exarchou intenta plasmar en la pantalla con esta cinta.


I Am Not Madame Bovary


Feng Xiaogang, director de los largometrajes 'Back to 1942', 'Aftershock' y 'Assembly', presenta en esta edición del festival la que es su última película, 'I Am Not Madame Bovary', que concursa en la Sección Oficial. La protagonista, Li Xuelian, lucha en el film por demostrar que el divorcio con su marido fue falso y con el único fin de conseguir un segundo apartamento para ambos. Sin embargo, él ha rehecho su vida con otra mujer, alegando además que Li Xuelian había sido impura en su noche de bodas.

En clave de comedia y con un tono muy personal, la película narra estos hechos en dos líneas temporales independientes, la primera en el presente en el que Li comienza su batalla fiscal y la segunda en diez años después, tiempo en el que la protagonista, tras todos esos años de lucha, parece que decide por fin ceder. Consta además de un breve epílogo que da cierre a la historia, pero que rompe en cierto modo con la unidad de la película y puede llegar a resultar innecesario.

Xiaogang realiza esta bella e intensa historia de un modo cuidado y delicado, componiendo cada plano al detalle y elaborándolo como si de una obra pictórica se tratase, abundando en la película el uso de planos generales y siendo escasos los primeros planos. Además, el formato de la imagen se presenta inicialmente en forma circular, y va variando de forma en función del momento en que se halla la historia. En definitiva, 'I Am Not Madame Bovary', es una pequeña joya visual y narrativa y una agradable sorpresa dentro de una Sección Oficial algo mediocre.


The Oath


El director de las taquilleras '2 Guns' y la más reciente 'Everest', Baltasar Kormákur, presenta en la Sección Oficial de San Sebastián su última película, 'The Oath', en la que vuelve a rodar en su natal Islandia, con un thriller familiar y de venganza que él mismo protagoniza y co-escribe. En él, Kormákur interpreta a Finnur, un exitoso cirujano cuya hija, Anna, se ve envuelta en problemas de drogas con su actual novio. Finnur deberá hacer todo lo posible para evitar que Anna acabe cayendo definitiva e irremediablemente en ese mundo, llegando a extremos jamás sospechados para él.

Si bien ayer hablábamos de la relación paterno filial tan entrañable y honesta que plantea 'Toni Erdmann', con 'The Oath' nos vamos al extremo opuesto: una relación de desconexión y de tensión familiar. Sin embargo, este comienzo de drama familiar se diluye a lo largo del film para dar paso a una historia de venganza convencional, más parecida a películas como la trilogía 'Venganza' protagonizada por Liam Neeson o 'La extraña que hay en ti', por Jodie Foster. Es en ese momento cuando la película pierde su oportunidad de destacar y sobresalir, para optar por un camino trillado y común. 


Aquí no ha pasado nada



'Aquí no ha pasado nada' se presenta en la sección de Horizontes Latinos y supone el cuarto largometraje del chileno Alejandro Fernández Almendras, que previamente había dirigido entre otras 'Matar a un hombre' o 'Sentados frente al fuego'. Protagonizada por Agustín Silva, la película narra la historia de Vicente, un joven que se ve involucrado en una noche de borrachera en el atropello mortal de un hombre. A pesar de no ser culpable, Agustín no es capaz de probar su inocencia, puesto que todos testifican en su contra, por lo que salir indemne de la situación parece algo imposible.

Basada en hechos reales, la película podría tener todos los ingredientes para obtener un resultado más que aceptable, pero por desgracia se queda a medio camino. Con un planteamiento y un guión buenos, la película flaquea principalmente en lo que a interpretación y dirección respecta. El tema, la implicación en el atropello de Agustín, está tratado muy a la ligera y superficialmente por todos os personajes implicados en la historia, como si ninguno de ellos estuviera siendo verdaderamente consciente de lo que ha pasado. Y a todo esto hay que sumarle, por supuesto, la pasividad del protagonista ante todas las situaciones que se le plantean a lo largo de la película, a las que responde apática y despreocupadamente, a pesar de la gravedad del asunto que se le plantea.

Por último, añadir que se echa en falta una elaboración de música original más compleja para la película, puesto que el tema principal que se repite a lo largo de los créditos de inicio y final consta únicamente de dos notas, y el resto de la película es un refrito de canciones preexistentes de diferentes géneros. Así mismo, la película abusa del uso de mensajes escritos en la pantalla, incluyendo letreros y diferentes mensajes en casi la totalidad de las secuencias que componen el largometraje.


Para leer la crónica de la tercera jornada, pulsa aquí.

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