Cuando tienes 17 años - Descubrimiento

Damien, un joven de 17 años, hijo de un militar y de una médico, vive con su madre mientras su padre está de misión en el extranjero. Él es acosado por Tom, un conflictivo niño que tiene a su madre adoptiva enferma. Esta relación se pondrá a prueba cuando la madre de Damien decide invitar a Tom a vivir con ellos…

André Techiné presentó en el pasado festival de Berlín su última película, 'Cuando tienes 17 años', en la que abarca el primer amor, como ya lo hizo en su aclamada obra 'Los juncos salvajes'. Resulta especialmente llamativo que esté dirigida por un hombre de 73 años, ya que la película ofrece una visión fresca y juvenil del tema. Es en esta frescura, donde reside lo más destacado de la propuesta. Techiné construye dos personajes desde el cariño intentando alejarlos de estereotipos que tanto pueblan incipientes historias de amor como esta. Y lo logra. La relación entre ambos protagonistas está plasmada con sensibilidad y de forma sutil, nada precipitada, lo que aporta veracidad y humanidad al conjunto. También gracias a las fantásticas interpretaciones de Kacey Mottet Klein y Corentin Fila. 
Además de recrear una historia íntima entre los dos adolescentes, Techiné plantea un tercer personaje: la madre de Damien, que si bien es un arma de doble filo, en su mayor parte resulta acertado. Realmente, quien genera el conflicto es ella, así que su protagonismo está justificado. A veces se excede en detalles que no son relevantes y que bien podrían haberse eliminado del montaje final, pero sí que es verdad que aporta un mayor acercamiento hacia Damien y Tom. Sandrine Kiberlain abarca el personaje con solvencia, estando a la altura de los dos actores protagonistas.

'Cuando tienes 17 años' también habla de la intolerancia en mayor o menor medida. En un ambiente mucho más desahogado económicamente, es más fácil ser quien eres, como es el caso de Damien. Tom, en una situación contraria, no quiere aceptar el hecho de poder sentirse atraído hacia un hombre. Si hay algo que engrandece la película es que todo esto está implícito, y aunque sea notorio en muchas ocasiones, nunca llega a explicitarlo mediante diálogos inoportunos. 
La cinta, regala momentos de gran fuerza visual, y secuencias donde Techiné demuestra ser un veterano detrás de las cámaras. El guion, pese a sobrarle alguna cosa, es efectivo. Huye de los tópicos, hay diálogos inteligentes, y ligeros toques cómicos que funcionan muy bien dentro del drama. Una película, que aun lejos de ser perfecta resulta admirable, y muestra de manera veraz y naturalista el descubrimiento sexual en la adolescencia.

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